Pérdida de la memoria, una de las consecuencias del COVID-19 

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Pérdida de la memoria, una de las consecuencias del COVID-19

 

Ante el alivio que trae el inicio de la vacunación contra el COVID-19, no podemos olvidar que esta enfermedad es nueva para nosotros y sigue asombrando con sus consecuencias, aún hoy, desconocidas. Varios estudios internacionales apuntan a que uno de los posibles remanentes de la infección es la alteración neurológica, más específicamente, pérdida de la memoria, incluso tres meses después de haberse recuperado.


La “niebla mental”, como algunos expertos la llaman, se manifiesta a través de varios síntomas cognitivos que pueden incluir confusión, imposibilidad para concentrarse y comprender palabras cotidianas, mareos y pérdida de memoria. Estos síntomas que afectan la capacidad de trabajar y vivir normalmente, como cada vez más pacientes del COVID-19 lo han declarado, incluso, quienes presentaron síntomas leves y no tenías preexistencias.


Los científicos que se han dedicado a estudiar la “niebla mental”, a pesar de que sus consecuencias a largo plazo apenas están comenzando, barajan tres teorías. Una de ellas, presentada por la Asociación Británica de Infecciones, señala que, de 120 pacientes hospitalizados por coronavirus, el 34% padeció pérdida de memoria y el 27% problemas de concentración meses después de su recuperación. La explicación que le atribuyen a esto es que la respuesta inmunitaria desencadenada por el cuerpo para defenderse del virus no se detuvo.


 La segunda teoría, expuesta por la Asociación Americana de Neurología, es que la continuación de la inflamación de los vasos sanguíneos que van al cerebro genera una encefalopatía. Esta afección, que genera daño o mal funcionamiento cerebral, estuvo presente en el 82,3% de los casos estudiados, bien sea en el inicio de la enfermedad, durante la hospitalización y, principalmente, luego de la recuperación.


 La tercera teoría, presentada por un estudio de The Lancet indicó que el 68,33% de los pacientes estudiados mostró síntomas neurológicos y alrededor del 50% de los recuperados seguían teniendo dichos síntomas 3 meses después. Los autores plantean la hipótesis de que el hipocampo (punto vital para la organización de la memoria) y las circunvoluciones del cíngulo (parte fundamental del sistema límbico, el encargado de regular las respuestas fisiológicas) se ven duramente afectadas por la pérdida del olfato, lo cual genera alteraciones en la neurogénesis, es decir, el proceso que permite la producción de neuronas a partir de células madres neurales.


 La primera recomendación, es que, una vez superada la enfermedad del Coronavirus, esté atento si presenta síntomas como pérdida de la memoria, mareos, dolor de cabeza, desorientación, confusiones frecuentes y falta de concentración. Si estos aparecen o siente que le ha pasado, no se preocupe, este es un evento que se ha presentado en varias personas a nivel mundial y del que se está recogiendo evidencia científica que lo sustenta. Como segunda recomendación, lo invitamos a que consulte con nuestro equipo de neurología, quienes podrán determinar si necesita algún tipo de tratamiento.