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ABCdelbebe.com | 5 / 4 / 19
Uno de los grandes beneficios de poder planear el embarazo es, entre otros, es prever cualquier inconveniente que pueda surgir en esta etapa, y procurar un estado de salud óptimo para una gestación saludable y feliz. A la vez, es la posibilidad de hacer todo lo que esté al alcance para que el crecimiento físico y mental de tu hijo sea el mejor.
Para ello, algo que es primordial al planear tener un bebé es el consumo de ácido fólico, una poderosa vitamina, cuya función es ayudar al metabolismo del ADN en la formación y desarrollo de proteínas celulares. En el caso de embrión, contribuye directamente a formar y madurar tejidos, en especial de la columna y el cerebro, además del corazón.
Cabe decir que en la naturaleza se encuentra esta vitamina, y acá te enseñaremos dónde y cómo adquirirla, por qué es importante en tu vida y la de tu pequeño, y en qué procesos y funciones del organismo interviene. Expertos en ginecología, obstetricia y desarrollo fetal responden preguntas comunes para que sepas todo sobre esta vitamina primordial en los procesos de formación de órganos y tejidos de tu hijo.
Cecilia Hernández Leal, ginecóloga, especialista en medicina reproductiva, de la Universidad del Rosario. - “El propósito de la atención médica antes del embarazo es reducir los riesgos de complicaciones para la mujer, el feto y, posteriormente, del recién nacido, optimizando la salud materna, interviniendo sobre los riesgos modificables y educando hacia un embarazo saludable.
Por ello, es tan importante una valoración médica antes del embarazo o tan pronto como te enteres que esperas un hijo. Muchas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad o alteraciones tiroideas, entre otras, tienen implicaciones sobre el embarazo, y deben ser manejadas antes y durante la gestación, lo que es posible solo si se planea y se hace un seguimiento médico oportuno. Precisamente, una de las recomendaciones que te harán, previa al embarazo, es iniciar con una suplementación de ácido fólico”.
Marco Duque, ginecobstetra, Jefe del Centro Materno Fetal y del departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica del Country y de la Clínica La Colina. - La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que: ‘todas las mujeres, desde el momento en que inician la búsqueda de un embarazo y hasta las 12 semanas de gestación, deben tomar suplementos de ácido fólico ( 5 mg al día). Es importante decir que al ácido fólico se le llama también, vitamina B9 o folato’.
El doctor Duque dice que la importancia de esta vitamina radica en que, “la deficiencia de ácido fólico ocasiona malformaciones en el feto, puntualmente en el tubo neural. Embriológicamente hablando el sistema nervioso central, desde la cabeza hasta el coxis, se comienza a mielinizar y a cerrar hacia la semana 9 de gestación y, precisamente, estos procesos son los que favorece el consumo de ácido fólico, en las cantidades sugeridas.
Puede que en ese tiempo, el tubo, desde la cabeza hasta la columna, no se cierre en alguna parte y entonces se producen ciertas malformaciones que se llaman: defectos del tubo neural o del tubo abierto. Por ejemplo, el meningocele, mielomeningocele y el encefalocele.
En otras palabras significa que el encéfalo se está saliendo de su estructura básica que es el cerebro o que la médula se sale de la columna, lo cual atenta contra la vida, o dicha afección en la columna puede dejar a los bebés parapléjicos, sin ningún tipo de función motora sensitiva en las piernas, y sin control de esfínteres.
Por otra parte, existen embarazadas con déficit de esta enzima que tienen un mayor riesgo de aborto, preclamsia, que sufran eventos trombóticos o, el desprendimiento de la placenta. Igualmente, puede que el bebé no crezca adecuadamente e, incluso, que se presente una muerte uterina”.
El doctor Duque asegura que - “Por lo menos tres meses antes de quedar en embarazo es conveniente iniciar su consumo, porque en el momento que comienza la gestación, ya debes tener unos niveles adecuados de ácido fólico, y si lo tomas apenas te enteres de la noticia, seguramente ya ha pasado un tiempo en el que no has tenido dichos niveles requeridos, que te ayudan a evitar complicaciones como las ya explicadas, y se aumenta el peligro.
Según la doctora Hernández “Para que exista un efecto protector real, se debe hacer una ingesta diaria de ácido fólico de 5 mg, sin exceder las indicaciones del médico tratante. Su ingesta debe ser sola o en combinación con otras vitaminas y minerales, buscando prevenir los defectos del tubo neural, DTN”.
Lorena Santamaría Córdoba, ginecóloga y obstetra de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS), indica que se debe integrar en forma de multivitamínicos a la dieta normal de la futura madre, según prescripción médica, pero en la naturaleza hay fuentes importantes de folato en “los vegetales de hojas verdes como el brócoli, las espinacas, las hojas de nabo y el repollo; las legumbres como los fríjoles, los garbanzos y las lentejas. Además de las frutas ácidas y las carnes rojas”.
Según el Doctor Duque “se debe tomar durante todo el embarazo porque adicionalmente a los efectos relacionados con las malformaciones, en principio, su consumo puede mejorar la vascularización de la placenta, ya que este es un órgano que se va formando a lo largo de todo el embarazo, y que sirve hasta el último minuto de la gestación. Así las cosas, la vitamina B9 le ayuda a mejorar la cantidad de sangre que circula en ella y, por ende, al bebé, ya que la madre le transmite, de mejor forma, todo lo que lleva la sangre: el oxígeno y los micronutrientes”